Durante dos semanas  líderes comprometidos del movimiento haitiano y miembros del Comité Coordinador de UNIR visitaron México. 

A pesar de las restricciones migratorias, este intercambio solidario  nos llevó desde el corazón vibrante de la capital mexicana  hasta las majestuosas tierras altas de Chiapas. 

¡Para nosotros no fue solo un viaje, fue una experiencia de vida! Nuestro grupo se sumergió en CIDECI-UNITIERRA, ahí pudimos experimentar la riqueza de las expresiones culturales tradicionales, la agroecología y los proyectos innovadores para impulsar el desarrollo local . Milosten Castin, el líder comunitario  de la organización haitiana “Acción para la Reforestación y Defensa del Medio Ambiente” (AREDE), compartió sus conocimientos en agroecología y las historia de las organizaciones campesinas en Haití.

En nuestro intercambio fueron constantes las conversaciones sobre el impacto de  la herencia colonial y las históricas luchas por la liberación nacional en Haití y México.  De igual manera participamos en el encuentro la Red Mexicana de Personas Afectadas por la Minería, en donde fue evidente la necesidad de  aprender de nuestros vecinos y compañeros latinoamericanos.

El economista Peter Rosset, asesor de Vía Campesina, nos compartió   su conocimiento sobre agroecología y la resistencia global contra la minería. Además, exploramos medios comunitarios, biodigestores, bioarquitectura y estrategias de derechos humanos ¡Un verdadero intercambio de sabiduría y acción!

Para nuestra delegación este viaje ha dejado una marca imborrable de colaboración, aprendizaje y unidad entre Haití y México, forjando juntos un camino de colaboración.

Exploración Solidaria: Haití y México Unen Fuerzas para el Cambio

Una delegación de dos semanas, compuesta por líderes del movimiento haitiano, miembros del Comité Coordinador de UNIR de diversos países, y compañeros de viaje, llevó a cabo una travesía enriquecedora que abarcó desde el corazón de México hasta las tierras altas de Chiapas. A pesar de la limitación impuesta por políticas migratorias racistas, el grupo se encontró en el Centro de Estudios para el Desarrollo Sostenible (CIDESE), sede de los zapatistas y la Universidad de la Tierra.

En este intercambio, la delegación se sumergió en capacitaciones sobre expresiones culturales tradicionales, agroecología y proyectos generadores de ingresos. Milosten Castin, líder de la Acción para la Reforestación y Defensa del Medio Ambiente (AREDE), extendió su estadía para compartir experiencias en agroecología y estrategias revolucionarias.

El encuentro con el Ejército Zapatista de Liberación Nacional en Oventic fue un hito poderoso, donde se discutió el legado del colonialismo y las luchas por la liberación nacional en Haití y México. La delegación también participó en la Red Mexicana de Personas Afectadas por la Minería, destacando el papel estelar de los haitianos y el entusiasmo de aprender de vecinos y camaradas latinoamericanos.

El economista agrícola Peter Rosset, asesor de Vía Campesina, compartió conocimientos sobre agroecología y la lucha global contra la minería. Además, la delegación exploró medios comunitarios, biodigestores, bioarquitectura y estrategias de derechos humanos.

En una presentación comunitaria sobre la historia y los movimientos políticos de Haití, Beverly Bell inició la reunión con música de resistencia. La delegación recibió elogios por su fuerza inspiradora, especialmente los haitianos que la integraron. Kettly Alexandre, líder de mujeres del Movimiento Campesino de Papay, simbolizó la resistencia con un cartel que proclamaba “Haití también existe, y en la lucha resiste”. Un gesto de solidaridad que un artista local regaló a todos los miembros de la delegación. Este viaje dejó una huella duradera de colaboración, aprendizaje y unidad entre Haití y México en la búsqueda de un cambio positivo.